sábado, 29 de agosto de 2009

Presentación

Este es un blog de cine. Mejor dicho, de la experiencia de ver cine. Jim Morrison afirmaba que el cine había nacido para “compensar la ausencia de experiencias reales del hombre moderno”. El hombre moderno, había perdido la capacidad de viajar fuera del mundo cotidiano, y de asomarse a otras realidades, ante esta situación el cine emergía como “el heredero debilitado del chaman”.  No estamos del todo de  acuerdo con esta postura. Creemos que el cine puede facilitar también la oportunidad de vivir nuevas experiencias sensoriales. El cine puede ser un medio para ampliar el campo de lo visible y de lo experimentable. Puede ser un acido visual que nos arranque de la congelada vida cotidiana para sumergirnos intempestivamente en convulsionados territorios cerebrales. Un cine que sirva para potenciar el inconsciente óptico, que agudice nuestra anestesiada percepción cotidiana. Que nos provoque el corte en la retina del ojo fatigado por la sobresaturación de imágenes desvitalizadas, repetitivas, seriales, mecánicas, vacías...
Un cine que nos arrastre a un viaje por parajes anestesiados de nuestra conciencia…A esto llamamos la experiencia de ver cine…y sobre esto pretendemos escribir. Existe un riesgo que estamos dispuestos a correr; en muchas ocasiones cuando intentamos sobreimprimirle palabras a las imágenes podemos producir el desencanto. Todo viaje psíquico y visual, olvida en los dedos rígidos de un cuerpo convulsionado, una birome y una hoja de papel.
Pero bueno, también apostamos por desgarrar una sensibilidad… (la sensibilidad de las pieles descoloridas por lo mediático). Y en esta apuesta de dejar caer palabras-siempre un poco frías para la temperatura elevada del mundo visual- sobre las imágenes, apostamos por no dejar que estos Films se pierdan en el magma de imágenes pre-fabricadas del mundo mercantil contemporáneo….
Los textos de este blog trataran entonces de seguir el itinerario de un film. Hablar de cómo cae sobre nuestras vidas y pasa a formar parte de ella, como ingresa por nuestras retinas, circula por nuestras venas, nervios, y músculos, se posa –alterando- nuestros estómagos, y moviliza en su recorrido deseos y fuerzas…Esa es la consigna; escribir sobre las afectaciones de la experiencia del cine. Y los Films sobre los que escribimos son los que lograron afiebrar y convulsionar  nuestras mentes. Nos permitimos esa arbitrariedad.
Avisamos al internauta desprevenido que este no es un blog sobre teoría de cine, sobre crítica cinéfila, o sobre recomendaciones y puntajes para “el estreno de la semana”. No somos espectadores de cine, ni expertos de un saber técnico. Creemos que el cine no requiere de cuerpos pasivos de espectadores (de esos que abundan en nuestra época). Sino de ojos inquietos, de cuerpos sensibles, de respiraciones agitadas…Además, porque creemos que el cine no es análisis científico y frío de especialistas cinematográficos, sino agitación de la mente. Algo que por otra parte comparten la mayoría de los directores sobre los cuales escribimos….
Podemos decir que también realizamos una hermenéutica de los Films. Al igual que cuando uno lee un libro , mira un cuadro o escucha un disco , siempre lo hace desde su punto en el cosmos, desde su cuerpo, desde su contexto vital y social…(por otra parte ¿Cómo no hacerlo?).
Un último aviso. Los textos que colguemos son solo nuestra interpretación de un film, de un director, o de una secuencia de imágenes…Existen infinitas interpretaciones. Digamos: no nos importa todo lo que se hablo o se escribió sobre un film  (desde el campo del arte, desde la critica cinematográfica, o desde los dedos de cualquier experto de cine…). Creemos que en cada oportunidad en que una persona se posa frente a una pantalla a ver un film, tiene lugar un acontecimiento único e irrepetible. Es un acontecimiento dialógico. En esta experiencia el film es procesado por el cuerpo que lo mira, la catarata de imágenes cae sobre un suelo de músculos, sangre y pulsiones. El film (o los segundos de una escena) cae sobre un flujo deseante. Cuando se produce esa caída, se mete por las retinas, y viaja por las venas alterando los nervios como un virus…como un veneno. De esa forma se mezcla con los imaginarios, las visiones del mundo o las diferentes subjetividades que porta ese cuerpo…por eso es un acontecimiento dialogico. El film no es nunca algo cerrado que permite una interpretación única, sino que se recrea en el dialogo con el individuo que mira y experimenta, abriendo nuevos mundos, creando nuevas imágenes, lacerando pieles sensitivas ya-existentes (o produciendo otras nuevas) y por supuesto poniendo sobre la mesa nuevos interrogantes y nuevas reflexiones. Todo esto es un evento único e irrepetible, porque es coproducido por cada individuo que mira. Entonces de lo que tratamos es de escribir sobre la singularidad.  Sobre el acontecimiento singular de la experiencia de ver cine. Esta experiencia implica por ende un proceso de creación. Entonces corrijámonos; no hablamos de diferentes interpretaciones sobre un film, sino de diferentes formas de procesarlo…De hacerlo pasar por un cuerpo histórico, por sus fibras alteradas, por sus sufrimientos de época. Toda una experiencia la de invitarnos a hacer bailar embriagada a nuestra percepción. Toda una experiencia la de expandir el horizonte visual, teniendo una mirada afectiva del tiempo.
Por ultimo, respondemos a las metódicas preguntas: ¿Los films estarán ordenados de manera cronológica por su año de edición?, ¿Los nombres de las películas o de los directores están por abecedario?, ¿Hay una sección para cada corriente cinematográfica histórica? No. Nada de eso. Únicamente escribimos, pensamos, dialogamos con films que nos gustan. Pero inmediatamente vienen las repreguntas  ¿Pero cuales son esos films?, ¿Qué films les gustan? ¿Qué films reivindican? Dejémosle la respuesta a Artaud;
“…Reivindico, pues, los films fantasmagóricos, poéticos, en el sentido denso, filosófico de la palabra, films psíquicos…”